jueves, 19 de mayo de 2016

TANGOS, LA MADRE

TANGOS, LA MADRE

La madre para el hombre del Tango, es un ser no solo venerado y querido hasta lo irracional, sino también uno de los temas que son una constante en los Tangos sentimentales. 

Y esa suerte de adoración por la madre o "la vieja", como se estila decir en Argentina, va acompañada generalmente de observaciones amargas o condenatorias para la mujer concebida como compañera. Y la mujer sale muy mal parada en la comparación con la madre. La mujer es la que encarna la parte diabólica y mala del mundo y así en los Tangos, de ese tenor poético, es la responsable de las desventuras.


- MADRE HAY UNA SOLA

(Raul Beron)
Agustín Bardi, lírico genial, pianista recreador de toda una época de boliches y "tranways" a principios de siglo, y autor entre otros, de tangos de mucha entidad, como "Gallo ciego" y "La última cita". Compuso la música de este tema que es emblemático de la madre como símbolo sagrado y compendio de virtudes, el título ya lo dice todo... 

Para mi gusto personal, esta pieza es una fanática cursilería o un inaudible tópico, con todos los respetos hacía las madres.

Los autores son Agustín Bardi y Jose de la Vega; y fue compuesto en los albores de la década del treinta. Presentaron el Tango a un concurso y solo alcanzaron el quinto puesto. Pero ocurrío que Gardel se entusiasmó con el tema y se la llevó para Europa (no, a la madre no, al Tango) y de Europa vino después la grabación que ahora existe.


- MADRE DEL ALMA MÍA

(Floreal ruíz)
Este cara y cruz entre la mujer y la madre revela que el personaje de este Vals es en general un ser de escasa madurez y sin el temple necesario para aguantar los embates del destino, sino no viviría lleno de regresiones infantiles clamando siempre por la madre. 

Solo es condescendiente, generoso e ilusionado con la mujer solo en el momento de las remembranzas infantiles; ya sea recordando a la mujer como maestra, compañerita de escuela o de juegos infantiles.

Otro Tango cursi, no obstante es justo destacar la buena interpretación que hace Floreal Ruíz.

Y en el "Tango Madre" de Pracanicco y Servetto, en la versión de José Basso también con la voz de Floreal Ruíz.

Lo curioso es que este "macho" tardíamente reconoce los méritos de la madre, primero cae en el vicío o las aventuras más diversas (alcohol, juegos, ocio, mujerzuelas, proxenetismo, etc. etc.) para caer ulteriormente arrepentido en los brazos de la madre, acusando en esa actitud, un algo de cobardía, inclusive de comodidad, la misma "comodidad" de las mujeres "hippies" de los años setenta (que se piraban de casa con un "hippie" y a la primera dificultad... A CASITA CON LOS VIEJOS). 

El Tanguero es como un niño que vuelve al regazo, pues no supo salir solo del trance... mucho matonismo, mucho bla bla bla... para caer hecho un despojo, la madre tiene que seguir cuidando del hijo.


- LA VIEJA VALE MÁS
(Jorge Maciel)

En este Tango se rompe un poco el olvido clásico del Tanguero por la madre en vida, para llorarla después de muerta. Aquí ocurre todo lo contrarío. Esa noche el protagonista en vez de salir de juerga con los amigos reflexiona y se queda en casa, porqué... la vieja vale más.

La mejor versión para mi es la de Osvaldo Pugliese, con Jorge Maciel en los cantables.



- MANOS ADORADAS
(Roberto Rufino)

Con la música de Roberto Rufino y la letra de Horacio Sanguinetti, impactante Vals bien cantado por el Gorrión del Abasto y acertada la letra de este tema para homenajear a la persona que te trajo al mundo.

Curiosa es la anecdota de Alfredo Di Stéfano (uno de los grandes jugadores de la historia del fútbol). En el jardín de su casa mandó contruir una escultura con forma de pelota de fútbol con la siguiente inscripción: Gracias mi vieja. Con ello quiere hacer una metáfora a la madre, agradeciendole a la pelota.


- CUANDO ERA MIA MI VIEJA

Canción de Tiggi y Mamone. Hay una  excelente versión de Julio Sosa en alusión a la madre y al paisaje que la rodeaba.
(Julio Sosa)


- POBRE MI MADRE QUERIDA

Esta canción fue precursora del Tango y encarnó practicamente la transición entre el campo y la ciudad, lo rural y gauchesco insertándose en esa urbe cosmopolita en que iba transformándose Buenos Aires. 

(Hugo del Carril cantando en la película)
José Bettinotti fue el preludio del payador querido que le da la alternativa a un grande que venía detrás... Carlos Gardel.

En esta composición, Bettinotti se olvida olímpicamente de su madre, le provoca con sus ausencias y fugas reiteradas, disgusto tras disgusto... Luego de apenarla tanto, le pide perdón con sentidos versos. 

Hugo del Carril llevó al cine esta historia y hace una descripción magistral cuando le canta Bettinotti a su mamá.




   


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