REPORTAJE SURREALISTA
El Duende, la Leyenda
Por Oli
Reportaje elaborado por Oli en una alucinante noche de insomnio.
------- [2ª Entrevista] -------
¿Es Duende el último representante de
una estirpe de semi-Dioses o súper-seres, poseedor de una sabiduría milenaria
que se remonta a los tiempos de oro del Atlántida? Puede ser que sencillamente
se aburrió de vivir con los dioses en el Olimpo y quiso bajar a la tierra a
jugar al fútbol en el Olimpia. Cabeza alta, camina por el mundo con un balón
debajo del brazo. Porque él nunca se arrodilló, así levanta las rodillas para
calentar. El revés de la genuflexión. Y al revés de muchos integrantes de los
diablos blaus, cultores de la inversa socrática: ni siquiera saben, que no
saben nada.
La silueta del Duende fue vista a lo
largo de la historia, desde tiempos inmemoriales, ningún libro oficial da
prueba de ello pero numerosos testimonios tienden a probar su paso por los
momentos más claves de la
Historia. Los arqueólogos se obsesionaron con su edad a
través del carbono 14, pero sigue un misterio como el santo grial, o el
triángulo de la
Bermudas. Pasó fugazmente por los siglos, algunos los
presintieron en forma de parábolas y metáforas. Escritores, hubo que lo
imaginaron montado en una Harley por el desierto de Arizona. Otros lo vieron
huir de la lluvia de meteoritos que exterminaron a los dinosaurios.

- Dice
la leyenda que llegaste a Salta descolgándote del cometa Halley. Y que fuiste
amamantado por una guanaca, que te nutrías lamiendo la sabia de las pencas… ¿Qué
hay de verdad en todo esto?-
La gente es muy pronta al chisme…
siempre le ha gustado hablar al pedo.
Lo
cierto es que Salta es un sitio muy peculiar y donde hay numerosos
avistamientos de OVNIS…
Un día me enviaron a Egipto, o a Kemet
como decían antes, para participar en la formación de maestros locales. Fue una
linda etapa de mi vida. Había muchas ganas de aprender, de saber, no como
ahora, que parece que la gente se pelea para saber quién es el más bruto. Y
durante un tiempo me pareció que podría volver la gran época…
- ¿¿A
qué época te refieres??-
Claro, ¡si ahora a ustedes no les enseñan
nada en la escuela! Te hablo de cuando era todo unidad, amor, inmortalidad… y
buen fútbol.
- ¿..? -
Sí mi hermano, cuando realmente había
calidad y jugadores técnicos, era antes de las grandes catástrofes. Entonces sí
que se veía buen fútbol. Ya sé que siempre los más veteranos dirán que “antes habían jugadores más técnicos” y
los más jóvenes contestarán “que el
fútbol de antes era más lento, que ahora va todo más rápido” y eso de
generación en generación! ¿Fútbol moderno? ¿fútbol de antes? ¿Pero a qué época
nos referimos? El fútbol de la década del 1940 era malo, demasiado rápido, para
los de la década del ‘30 y del fútbol de los años 1970 de holandeses y
alemanes, se decía que era una revolución, que era fútbol total, que antes era
un juego de niños… Yo vi mucho fútbol y esas tonterías de bar me hacen reír,
son las mismas charlas que ya existían en cualquier taberna de los puertos
mediterráneos hace tres mil años. He visto cada nene, cada jugador de fútbol desde
que era chico, y me acuerdo bien. Es una pena que no haya filmaciones! Pero te
digo que los jugadores eran unos fenómenos.
Luego todo se fue para el carajo y hubo
que empezar de la nada. ¡Si todo estaba inventado! ¿¿O te crees que el fútbol lo
inventaron los ingleses!??
- Así
que en el antiguo Egipto había buen fútbol…-
Un día, vi una jugada impresionante. Me
acuerdo que era una cancha de tierra, sin tribunas pero llena de negros,
parados, viendo el partido. Me llamó la atención la cantidad de sacerdotes y
gente de la nobleza que había. Y los jugadores iban en pata, unos llevaban unas
túnicas beige muy finitas, otros llevaban un collar de tela, muy ancho, con
tiritas verdes, blancas y rojas. Bueno, había un moreno de ellos, que era muy
parecido a Drogba, los mismos rasgos te juro, con el pelo liso, un poco más
largo. Arrancó casi desde su campo, hizo pasar la pelota por encima de dos tipos
que le entraban y la recuperó del otro lado; aceleró sobre unos diez metros,
hizo dos caños seguidos, piso la pelota y se paró delante de un defensa. Se
inmovilizó al estilo de Messi. Hizo un par de amagues con el cuerpo, y arrancó
de tal manera que parecía que al otro se le había roto la cintura! Le entraron
más defensa, entonces hizo un toque izquierda-derecha, ¿sabes? como hace
Iniesta, y se metió en el área; le entraron fuerte los últimos defensores y el
tipo hizo una ruleta a lo Zidane; a causa de un empujón, se cayó de un lado,
pero justo antes, toco con la puntita del pie y el balón se fue al palo. El
tipo no marcó aquel día. ¡Pero qué jugadón se mandó! Luego me enteré que era
centro-forward del club de fútbol de Adzhiubzha, en Abkhazia, lo que hoy es
Georgia, y que en aquel entonces era una colonia de Egipto. Muchas familias se
habían ido a vivir allá cerca del Mar Negro. Paso un poco como en Argentina,
que hace unos dos cientos años había muchos negros y por varias razones hoy en
día casi no quedan. Bueno, pues este tipo era sobrino del Faraón. Aquel día
estaba de vacaciones y había venido a visitar a sus padres. ¡Fíjate vos!
- ¿Es
verdad que organizaste un picado con Jesús Cristo y sus apóstoles, que hicieron
un rombo con el rey Sargón y sus súbditos y que conociste al gran Anibál??-
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(foto de archivo: Duende en la última cena) |
(Risas) Mira, me junté con la
expedición de Aníbal a la altura del Ródano, antes de que lo cruzaran. Me
encontraba en Marsella dónde trabajaba como ojeador para un griego, un tipo
adinerado que quería montar un equipo competitivo. Pero había muchos buitres
por el puerto y además yo había sido
contactado por un emisario de los Barca para que me alistara con ellos. Preveían una larga campaña y querían jugar
amistosos contra muchos pueblos y organizar torneos internos. Piensa que
arrancaron de la costa levantina con más de 50.000 soldados, la gran
mayoría de los cuales mercenarios y locos de fútbol. Me acuerdo de un libio que
la rompía. Pero había (…)
- ¡Qué
entretenido, no!? -
Sí, pero cuando llegamos a los Alpes,
ya era otoño creo, y se acabó el fútbol.
Yo ayudaba en lo que podía, le cantaba a Aníbal y a los otros capos, hacía
cantidades astronómicas de empanadas con lo que teníamos a mano. También empecé
a susurrarles a las enormes orejas de los elefantes para quitarles el miedo a
la nieve y a la altura; piensa que teníamos que pasar por senderos muy
estrechos y helados, bajo la nieve y el viento que cortaba... Luego, ya en el
valle del Pó, aproveché que enviaban un destacamiento al mar Ligur y me largué.
- Tendrás
muchos recuerdos y anécdotas de este viaje… -
Para mí es uno de los momentos más
importantes de la historia moderna. ¡Mira que si Aníbal hubiera vencido a Roma,
el mundo en el que vivimos sería muy diferente! Por ejemplo, el idioma
dominante sería uno semítico. Nada de castellano, catalán, francés, inglés… Y parate
en pensar en todo lo que hubiera cambiado….
- También
se dice que le echaste unos buenos polvos cósmicos a la Cleopatra -
No quiero entrar en lo personal, ya te
estás desubicando hermano…
- Pues
cuenta un poco las partes del mundo que conociste gracias al fútbol… -
Estuve en lo que hoy llamamos la India pero por trabajo,
cantaba con un grupo y por ahí me sacaba unos mangos importando o exportando
productos.
- El
famoso lado comerciante del Duende… -
En la costa de Sudan, se obtenía caparazón
de tortuga y marfil de calidad que se podía importar a la India, también piedras
preciosas, plantas aromáticas y resinas, como el cinamono y el incienso.
- ¿Qué
piensas de la gente que habla con las plantas? -
Yo soy de la multibiología. Pertenezco
a varios mundos o me muevo en diferentes dimensiones si prefieres. En el fútbol
siempre busqué los espacios infinitos y giro en relación al eje de rotación de
la tierra. Es algo vibracional, ¿me entiendes? Entonces puedo ser más como la
corteza de los árboles o más como la corteza terrestre. Más vegetal o más roca.
Depende de la época. En la edad de piedra por ejemplo, inventé la piedra a la
pizza. Bueno, yo soy parecido a los camaleones. A veces soy el viento y otra
la espuma del mar. Para volver a tu pregunta, sólo te diré que hablarles a las
plantas es muy saludable.
- Volvamos
al tema de la India. -
Más bien de las Indias. El territorio
se dividía en miles de estados independientes pero con mucha circulación de
mercancía, muchos intercambios. Lo de la India como nación es invento de los invasores.
- ¿También
anduviste por Medio-Oriente? -
Como iba y venía entre las Indias y el
cuerno de África crucé el mar rojo. Tras la costa desértica hay una islitas y
la vieja ciudad de Rhapta del distrito himyarita de Mafaritis, en el suroeste
de la península árabe.
- ¿Qué
hacías por allí? -
Como te dije recién, exportaba plantas,
pero también pieles de lorinos, cuernos de rinoceronte que son afrodisíacos,
huevos de gaviales, jugadores de fútbol…
y hacía pelotas de fútbol a mano.
- ¿No
serás el primer agente de futbolistas? -
Nunca cobré un peso por traer un
jugador. Como tenía un buena red de contactos, la ponía al servicio de los
jugadores, pero tenían que ser buenos y aún más como personas.
Mucho años más tarde volví a la zona,
porqué me interesó el movimiento que lanzó Mahoma y me fui a La Meca, a Medina. Fui unos de
sus consejeros y su cocinero personal. Luego, con los quilombos, los cambios de
dinastías, me rajé para el África, para el Magreb y Al-Andalus donde empezaba
un auge cultural. Muchas noches de poesía y música pero poco fútbol.
- ¿Perdiste
tono físico, no? -
No porque me iba mucho a Medio-Oriente,
a Bagdad. Había facilidades para moverse, no hacía falta pasaporte o tener
papeles. Allí sí que había ligas importantes y muy competitivas. ¡Eran bravos
los árabes! Hoy todavía se habla de Estudiantes de la Plata de Zubeldía con Bilardo,
Aguirre Suarez o Pachamé pero los hashashins
de Hasan Sabah, del club de Al-da’wa al-Jabdid, como decían ellos, eran unos
asesinos! Daban miedo de verdad. No sabes cómo pegaban esos turcos! Se llamaban
a sí mismos fedayins, que significa
algo como los que sacrifican en la cancha. Vestían de blanco, con una franja
roja, igual que River y jugaban en el estadio del Alamut, ¡que era un verdadero
fortín! A esa cancha le decían “el Nido de Águilas”. Los de Bagdad, que tenían
un equipazo, nunca pudieron ganarles. ¡Es más, recibían cada paliza! Recién como
dos cientos años más tarde, les ganaron los mongoles del Gran Janato o del Janato
de la Horda de
Oro, no recuerdo bien. Fue en un partido de copa inter-asiática y los hicieron
bosta. Ahí desapareció el equipo.
- ¿Jugaban
al fútbol los mongoles?! Los mismos mongoles de Gengis Khan? -
Claro. Tenían lindas canchas en las
estepas. Puro pasto. Eran más del Polo, pero algún que otro cuadro tenían. Mira
ahora en la Champions,
todavía juega el Rubin Kazán. Me dijeron que eran bastante quilomberos. No sé,
no llegué a enfrentarme a ellos. Y eso que jugué en muchas ligas y equipos de
todo el globo.
- ¿Jugaste
en Norte América? -
Sí, a volver de China, me apunté en una
liga beringiana y de ahí pasé al norte canadiense.
- ¿También
tenían un once los esquimales? !No me jodas! -
Los inuit. Es más, había un campeonato
con trece equipos, pero el título siempre se decidía entre el Nunavik y el
Nunavut. Me fui a la sexta fecha. Hacía mucho frío hermano! Se me congelaba la
barba. Pero me sirvió como preparación física. Imagínate, entrenar y jugar en
la nieve, comer pescado, levantar bloques de hielo… nooo, agarré un estado
bárbaro.
- Y
¿adonde fuiste a parar? -
Estuve por la región de los grandes
lagos viviendo con indios Sioux.
- ¿Tenían
sus campeonatos también? -
No, no jugaban partidos, no podían entender
lo de competir o de marcar goles. Pero eran muy hábiles. Los Iakotas, por
ejemplo, hacían el juego de no hacer caer la bola de cuero. Se la iban pasando
con la cabeza, la rodilla, el empeine, de tacón y así pasaban horas, re-
concentrados; serios pero divirtiéndose, como los niños; igual que cuando
hacían su ritual de la danza fantasma. El mejor y el más niño, era
Tatanka-Lyotanka, jefe y hechicero de la tribu, que los yankees llamaban
Sitting Bull.
- Impresionante... -
Mucho antes también había estado en una
liga de lo que ahora es México. Participamos dos veces a la copa Mesoamérica
(como la Champions
o la Libertadores
de la época) Teníamos un buen equipo, todos eran muy rápidos. Me hacen reír
cuando hablan de la velocidad del fútbol actual… ¿Sabés como presionaban esos
culiaus!? Tomábamos mucha agua de cactus para hidratarnos y comíamos platos a
base de maíz. Salimos campeones y salí mejor goleador en tres torneos consecutivos.
Mi equipo era uno de los catorce o quince equipos que había en Teotihuacan. Era
muy querido por los hinchas. Fue cuando tuve un romance con la hija de cacique
y me tuve que casar y participar en rituales en Monte Albán, yendo para la
costa del Pacífico.
- ¿La
ciudad azteca? -
Sí. Significa “lugar donde los hombres
se convierten en dioses”. Fueron lindos momentos.
Más tarde estuve por el litoral peruano
donde jugué en la Liga
Chimú, en Farfán, en Manchán y en Chan-Chan. Más tarde,
cuando llegaron los españoles, quisimos enseñarles a jugar para medirnos a ellos
pero no había manera, eran malísimos. Lo único que les gustaba era comer y
chupar. Se ponían en pedos, gritaban y se ponían violentos. Pero les gustaba
mis empanadas y les enseñé como prepararlas. Algo aprendieron.
- ¿La
empanadilla gallega viene de ti? -
(silencio) …
- ¡Nunca
había hablado con alguien que sabía tanto de fútbol! -
¡Nadie sabe de fútbol! ¡Si alguien
supiera ganaría la quiniela deportiva cada semana!
- ¿Bueno,
pero tu podrías dar buenos consejos? -
Bah, no hace falta leer los diarios
deportivos ni nada del estilo, y menos preguntarle su opinión a un ex jugador.
Nada más que el horóscopo! Todo está en los astros, los signos, que realmente
eran 13! Y no 12. Allí está la verdad de los misterios de la historia; pero
nadie puede predecir nada, igual que en el fútbol nadie puede conocer los
resultados de antemano.
- ¿Y
como sabes estas cosas? -
No puedo revelar estos secretos.
- Para
ti ¿qué es la Tierra? -
Mira Oli, para mí que la Tierra es como una pelotita
de fútbol, un pedacito de materia que gira alrededor de sol. Una cagadita de
estrella. Te lo digo yo, humildemente, que recorrí los suburbios de la vía
láctea y los miles de millones de galaxias que andan por el universo,
hermanito. Y es más, los infinitos universos que andan por allí, cagándose de
risa de la ciencia de los hombres. ¿He contestado a tu pregunta?
- ¿Tienes
relaciones carnales? -
¿Sabes de algún Dios que coja?
- Yo,
ya me estoy perdiendo, volvamos a lo terrenal… -
Grandes tipos pisaron la tierra.
- ¿Puedes
dar nombres? -
Sería muy largo y no conocerías ni a la
cuarta parte. Recientemente, le tenía mucho cariño a Yaser Arafat. Me acuerdo de un día en que
compartíamos empanadas árabes, debía correr el año 1958 o 59 por ahí. Éramos
tres, con Al Wazir, con quien hacía poco habían creado el HATAF y como a nosotros los argentinos, nos gustaba hablar al vesré,
lo cambiaron por el FATAH, que
vendría a ser el movimiento de liberación de Palestina. Otra día, en El Cairo,
yo recién acababa de terminar de cantar y estaba con una mina preciosa cuando
entró Yaser en el camerino con cara muy seria. Lo ví muy preocupado y me dijo “flaco, necesito tu bendición”. ¡Mira
vos! Luego me enteré de que el Mossad lo quería hacer cagar.
- Que
fuerte… -
Y muchos otros, anónimos, o fantasmas,
como aquel músico que se creía un genio. Había escrito una canción y me decía
que iba a tratar de llevarla a la calle (como diciendo para la fama), y no
pasaba nada con su canción. Y yo le decía “Y
la canción esa, ¿qué? ¿Se rompió la piernas bajando la escalera?”. O aquel
otro que decía que era tan bueno, que a su guitarra la hacía hablar, y cuando
lo escuché tocar, le dije, “¿Oíste? ¡¿La
guitarra?! Dijo, “Meteme de vuelta en la funda, la puta que te parió!”.
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(En el centro Daniel Toro y a su izquierda Augusto Torres, "El duende") |
(El
Duende se puso a reír, una risita seca y breve. Sin apenas mover la boca.
Luego, se saco una pequeña esfera del bolsillo. Se paró, solemne, con esa
pelotita en las manos. Silencioso, se quería despedir. Miraba la pelotita, y
entramos a sospechar que se trataba del aleph (en la obra de Borges, se trata
de una bolita que contiene todo el universo, todo lo que sucedió y todo lo que
está por venir)).
- Cantas
en El Quilombo esta noche? -
Y sí, tendré este minutito para cerrar
los ojos y darle voz y color a la nada. Que para mí es el todo.
Y se fue. Pero volverá, volverá.
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QUE DUENDE LES BENDIGA
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