INTELECTUALES
Muchos creen ser notarios de la realidad, que bien
podían ser empleados en estadísticas. Seguro no fue uno de ellos a quien se le
ocurrió crear cosas imprescindibles como: la cama, el paraguas, la fontanería, la
puerta de las casas, un taxi a las 4 de la mañana, un borracho, el cristal en
las ventanas, los palillos (ellos dirían mondadientes), la caja de cerillas,
los chistes (tan necesarios en toda reunión, que son anónimas creaciones del
ingenio popular), el bidé, el inodoro (que lo hubieran hecho para el culo)... Claro, no, no, no... No son capaces. Eso sí
es ser inteligente.
Un libro es útil, aunque no imprescindible. Saben bien lo de los papiros egipcios, pero no de ese otro papel que termina en periódicos, que a su vez acaban como envoltorio de carne o pescado.
Yo me considero un ignorante. Y no hay nada
más digno que despreciar lo que uno ignora: si cuando quieres conocer algo
terminas más confundido. Hay un ciclo en la vida en que nuestros ojos comienzan
a fijarse más en las páginas de la vida de uno mismo, que es exclusiva e
intransferible.
¿Cómo se come lo que nos dicen los intelectuales?
Borges se definió como un “anarquista conservador”;
Indro Montanelli, premio
Príncipe de Asturias, como “anarquista pacifista”;
Norman Mailer se autotituló
“conservador de izquierda”;
Josep Pla, “marxista de derechas”…
José Agustín Goytisolo, en el
colmo de la “originalidad”,
luego de declararse falangista remató: “Siempre he
sido lo que soy: un franco tirador de izquierdas".
Pío Baroja fue liberal,
nacionalista, anarquista y dogmatófobo.
¡Que los entienda
su madre!
En los países latinos, casi todos estos “pensadores de lujo”, antes
de la economía global, eran progresistas, simpatizaban con la República española, con los sandinistas, zapatistas y el
Che Guevara y tenían “probada moralidad”, pues se les consideraba
“comprometidos” para diferenciarlos de los reaccionarios o aburguesados,
en
tanto jamás sintieron simpatía hacia los operarios de fábrica. No creo aguanten
su olor a sudor... Ahora son realistas. Pero el tiempo se encargó de dar una vuelta de 180º a la superficialidad de sus
argumentos. El marxismo es vocablo pasado de moda; la izquierda y la
Revolución, una utopía.
La verdadera utopía es ser el hombre de las 3 C: Cama, Culo y Comida, al igual que el ideal del fútbol debe ser el de las 3 G:
Ganador, Gustador y Goleador. Se impone en estos tiempos la neocultura
de los
índices Dow Jones y Nikei. Hace más de cincuenta años que repiten los
eslóganes de la utopía izquierdosa; son los mismos que decían que “el capitalismo caerá
víctima de sus propias contradicciones”, o que “el avance del socialismo es
inexorable”.
Luego de la caída del Muro de Berlín, con los rusos bailando rock
y consumiendo Coca-Cola, ya no saben
qué decir... Poca cosa quedó del paraíso soviético: el vodka, ballet, mafias con
sus "putas" y putines presidenciables, la eterna ensaladilla y la letal ruleta.
¡Y lo que iba a pasar en el apocalíptico 2000! Que los
japoneses iban a cagar a los yankees,
que las máquinas se emocionarían como el hombre (Odisea en el espacio) y hasta el boxeo tuvo profetas que
aseveraron que acabaría con el siglo (según el comentarista Ulises Barrera),
cómo se va a acabar si tiene sus raíces en el hambre y la violencia. En el
fútbol es donde se da la mayor concentración de “profetas” o “analistas”, no
hay profesional del periodismo o ex-profesionales del fútbol con categoría de
monstruos sagrados que no se hayan equivocado como supuestas autoridades
conceptuales para valorar el fútbol. Pruebas al canto: “ En el Mundial de EUA,
Pelé, Cruiff, DiStefano, etc... coincidían en que Colombia era el gran favorito para ganarlo, fué el primer equipo
que dijo "adiós" en las primeras de cambio. En el de México 86, toda la prensa
argentina habló peste del pobrísimo juego de su selección y que su técnico
Bilardo representaba el anti-fútbol. Al término del certamen, con Argentina
campeón del mundo, grácias a Maradona, todos los “profetas” dijeron al unísono:
"¡Perdón Bilardo!". ¿Y quién apostaba
un duro por Camerún, rival de la
Argentina en su debut en el Mundial de Italia 90? Que ya sabes fué perdido por
los nuestros. Y lo más actual, Mundial del 2002, casi todo el mundo de los
“sabiondos”, decía muy suelto, como guardando una secreta erudición: Las
grandes favoritas son Francia y
Argentina, las dos hicieron las maletas en los octavos. Es de preguntarse:
¿Para qué mierda sirven las opiniones de tantos papagayos si el fútbol sigue
siendo una ciencia oculta? Con la lógica de sólo uno o dos jugadores que marcan
la diferéncia y un 40 o 50% de azar.
Todos los “profetas” han sido fatalistas
con sus contemporáneos, pero de peor calaña son los profetas religiosos que nos
hacen creer que todo lo que pasa son “castigo del Señor”.
Los que se dan aire de intelectuales no contaban con algo muy simple: que el hombre
desconoce la historia o la repite tanto en tonterías como en pronósticos. Y no
faltarán gastrónomos de diseño que augurarán cabrito en píldoras o bacalao en
tableta.
El “socialista” Felipe González, ya siendo presidente ( no era más el
Isidorio de la clandestinidad), dijo: “Prefiero morir de un navajazo en el
metro de Nueva York que de tristeza en un hospital frenopático de Moscú". Se
puede deducir que un día pueden afirmar que Guillermo Vilas no era zurdo o era
un zurdo mentiroso que manejaba en realidad la derecha o que Barbara Streisand
no tenía una nariz pronunciada, sino que tenía la cara muy atrás. También se descubrió hace
poco que la Moreneta resultó ser blanca y tarde descubrieron que Jesucristo era de
izquierdas, pero con claves para la derecha. Todo depende de cómo coloquen sus
intereses los marchantes y empresarios del esnobismo.
Georges Bernard Shaw dijo
que la Sinfonía en Do Mayor de
Schubert era "exageradamente estúpida". Para Ernest Newman, la música de Mozart no era otra cosa que “los balbuceos de un niño prodigio”. A
ambos se les consideró brillantes al afirmar tales opiniones, porque eran
tiempos en que se admiraba a los críticos. Si cuatro o cinco críticos de arte
decidieran que la obra de Picasso era un adefesio, este artista sería un
anónimo malagueño llamado Pablo Ruiz.
Prematuramente, me di cuenta que un
cuerno no es un cuerno, sino una idea progresista de que le están haciendo el
salto; que un condón no es tal es una oda de simiente oprimida, que tres ojos
venden más que dos, una vaca dice miau y que el negocio es reflejar lo que no
existe en la naturaleza. O sí, porque todo es reflejo de la realidad, como los
cuadrúpedos de una sola pata o aquella mina que fue modelo de Picasso, de
quien decían que tenía unos “ojos que
roban la calma y sus besos un raro dulzor”, y un ojo en la mejilla, y
lengua trífida...
Julio Cortázar se
proclamaba “enemigo” del presidente Onganía, pero desde su confort parisino,
por lo cual era impensable emparentarlo ideológicamente (como él pretendía) con
la lucha del Ché Guevara en la selva boliviana. Además fue un mal nacido, pues
expresó: “Prefiero ser nada en una ciudad que lo es todo (París) a ser todo en
una ciudad que no es nada (Buenos Aires)”. Además tenía simpatía por De Gaulle y a
la vez por los activistas que lideraron el Mayo francés, encabezados por Cohon
Bendit, aquel rojo de los pertrechos callejeros para cambiar el mundo, pero que
terminó cambiando dinero en los mejores bancos del mundo. El mismo Cortázar reconoció
que se fue de la Argentina porque los parlantes peronistas no le dejaban
escuchar tranquilo a Bela Bartok. Todos esos “zurdos” terminaron como
empresarios de derechas. Seguro que Cortázar prefería La Marsellesa que La Yumba
de Osvaldo Pugliese, ya que queda más chic y
da patente de comprometido con sus congéneres de izquierda.
Para
tipos como él, los peronistas siempre fueron hordas de desclasados con aspecto
de murga o malevaje reclutado por demagogos. Pocos tienen la suerte de leer El
Quijote a los doce años como el mexicano Carlos Fuentes Macías. Papaíto Fuentes
era diplomático, claro, el nene izquierdista acérrimo consubstanciado con las
reivindicaciones rebeldes de Chiapas, tanto él como García Márquez, que hasta
tuvo problemas con la VISA, no eran bien
vistos por EEUU, ahora que los dos,
fueron invitados a cenar por Clinton dijeron: “Hemos pasado de la lista negra
a la blanca”. Se ve que Marx y Engels no les enseñaron a ponerse rojos...
Algunos de estos especímenes se establecen a orillas del
Sena. Uno dijo que García Márquez descubrió recién desde París a Macondo, con
su matriarcado y su misterio, pues antes estaba inmerso en él y por eso no lo
podía descubrir (cualquier boludez que diga esta gente, vende). Jorge Amado dice que es más facil trabajar en París que en Brasil. Su mujer
comenta que los 50 años de matrimonio equivalen a 100, pues nunca salió de
casa. Con Borges pasó lo mismo... Ese
es el "trabajo” de ellos: leer todo
lo que puedan, atiborrándose de infinitas lectura para encontrar algo que no
tiene sentido, el sentido de la vida, para así ir dorando y sazonando los plagios.
Amado fue diputado comunista y como tal terminó escribiendo en la Ciudad Luz.
Los escritores argentinos de la “inteligentzia” tenían
que ser antiperonistas. Sábato dijo que el justicialismo, con su vulgaridad y
excesos, era incompatible con el universo
platónico del intelectual. Aclaro que para mí el “universo
platónico” consiste en matar a alguien por una frase o chantajearlo por un
vocablo, bajarse los pantalones para que les editen un libro cuando se es primerizos
o sufrir de “inmadurez afectiva” según alegó ruin y cobardemente Camilo José
Cela como causal de divorcio de su primer matrimonio. ¿Qué más puede esperarse
de este señor que en plena Guerra Civil española ofreció sus servicios cómo
delator al comisario general de Investigación y Vigilancia franquista? Y el
izquierdoso de Heminway ¿Cómo no iba a tener angustia existencial viviendo en pedo?
Si “universo platónico” quiere decir que el
poder y el mundo son una mierda, pero lejos de la tierra donde se nació y
predicar el escepticismo y la negación total, porque eso queda bien y vende,
¡al ver una estrella fugaz no da ni ganas de pedirle un deseo! Luís Goytisolo
se autocalifica de escritor extraño
y académico extraño... La duda grande
es saber si este señor es terrícola.
Terenci Moix siempre intentó encontrar el absoluto en el amor: “Ellos buscaban
mi cuerpo; yo, su cerebro”. Creo más bien que en vez del cerebro era cabeza de pinchila, pero hete aquí
que ésta no tiene sesos.
París era una fiesta con los primeros porros
con los beatniks americanos y los
amigos cubanos de Almendros resultaron entrañables. ¡¡Absoluto...!! ¿Cuál será
el de esta gente iluminada? ¿Es la quinta esencia? ¿Es el vacío más delicioso?
¿Lo que nos sugiere tal vez nada y nos llena todo sin saber la razón? ¿Por qué
sólo a ellos les cabe lo del “absoluto”? Boludos, tristes... La
velocidad de la luz, el ojo de un huracán...¡eso sí que es absoluto! ¡Y
prodigioso! Y la manía que tienen el Terenci, Guillermo Cabrera Infante, etc,
etc. de redundar con la historia del cine de Hollywood, habiendo tantas cosas
señeras en el mundo... ¿Qué me importa a mí con quien se encamaba Rock Hudson?
Si con Sonny Liston o el gordo Monono.
¿Qué gana la humanidad por el hecho de saber que las cenizas de James Mason
aparecieron en un banco suizo? La mayoría de estos galanes estereotipos de
hombre perdían aceite... vendían lo que no eran.
Ufanándose de ser “rectores del pensamiento”, no
pueden permitirse decir ligera e irresponsablemente que se equivocaron al
acostarse comunistas y levantarse conservadores, tener cuna socialista y
panteón conservador o ser de jóvenes pirómanos y de mayores bomberos, cayendo
en las generales de la ley como cualquier jovenzuelo cambia de vestido o de
peinado. La muletilla de estos cobardes se basa en el “rectificar es de
sabios”, así subsisten miserablemente entre el miedo y la vergüenza de haberse
vendido al poderoso de turno y no haber luchado hasta el final, se nota que
para ellos “París bien vale una fiesta”,
y una idea no vale una mierda. ¿A ninguno del género humano se le ocurrió ser
marxista de viejo y conservador de joven? Una de las excepciones fue el
escritor argentino Arturo Jauretche; según sus propias palabras: “Me queda la
originalidad, creo exclusiva, de haber subido al caballo por la derecha y
bajado por la izquierda en un país donde todos los políticos lo hacen al revés
(no solo en Argentina, sino en todo el mundo). Lo he pagado con 40 años de
vida al servicio de mi pueblo”.
El entendimiento y las ideas no son vestiduras de floreo dialéctico. El sustrato mental no va a la esteticienne. “Hay que actualizarse a los tiempos que corremos”, se justificó Vargas Llosas, ex-marxista y ahora líder rancio de derechas, otro experto en travestismo de ideologías, cosa que aprendió desnudando a Isabel Presley. Vivió treinta años confundido, el promedio de años que cualquier lelo como yo emplea en deducir que los intelectuales son unos falsos o unos brutos. Tendrían que haber escrito con lápiz para poder borrar los errores. Italo Calvino deslizó: “La necesidad de mirar el pasado con ojos nuevos”. Rubén Darío: “No sabemos adonde vamos, ni de dónde venimos." ¿Cómo no van a provocar los tan mentados choques generacionales que niegan lo de concatenación de hechos y fenómenos? Crean personas emponzoñadas aptas para la no-convivencia y el desacuerdo ya desde retoños y en cualquier instancia de sus vidas les florece la cizaña.
El entendimiento y las ideas no son vestiduras de floreo dialéctico. El sustrato mental no va a la esteticienne. “Hay que actualizarse a los tiempos que corremos”, se justificó Vargas Llosas, ex-marxista y ahora líder rancio de derechas, otro experto en travestismo de ideologías, cosa que aprendió desnudando a Isabel Presley. Vivió treinta años confundido, el promedio de años que cualquier lelo como yo emplea en deducir que los intelectuales son unos falsos o unos brutos. Tendrían que haber escrito con lápiz para poder borrar los errores. Italo Calvino deslizó: “La necesidad de mirar el pasado con ojos nuevos”. Rubén Darío: “No sabemos adonde vamos, ni de dónde venimos." ¿Cómo no van a provocar los tan mentados choques generacionales que niegan lo de concatenación de hechos y fenómenos? Crean personas emponzoñadas aptas para la no-convivencia y el desacuerdo ya desde retoños y en cualquier instancia de sus vidas les florece la cizaña.
El
cálculo y la experimentación sobre las cosas y personas de la historia se ve
que no sirven de mucho. Tengo aún presente aquella noche en que cinco
"eruditos" periodistas (los intelectuales de la era moderna) aseguraron
que bajo ningún concepto se desataría
una guerra entre EE.UU e Irak. A los pocos minutos ardía Bagdad... (Tal cual lo expresé en el escrito "Madrugada", publicado en La Voz del interior y en este blog hace unos meses). Jamás
escuché una rectificación de sus anteriores afirmaciones… Para dos sabios como
Einstein y Freud era impensable el desencadenamiento de la 2ª Guerra, a pocos
meses de iniciarse ésta. Kierkegaard escribió que era incapaz de pisar una
hormiga, pero que le hubiese seducido la idea de que durante un cuarto de hora
permitieran que pelotones de fusilamiento se encararan contra periodistas,
impartiendo él la orden de fuego.
Casi nunca los esclarecedores “sesudos” encuentran un
punto de coincidencia entre este manejo bipolar de la vida, como podría ser una
demo-dura o dicta-blanda. Tanto una como otra te enseñan que el dinero es la
gasolina de la moral y la fe, aunque la decencia es la que tiene el secreto de
extraerla sin provocar incendios. Les doy unos ejemplos: siempre se imputa a las
democracias que de la libertad se pasa al libertinaje, al auge de las drogas y
la prostitución, financiaciones ilegales de partidos políticos, transfuguismo,
lo disparatado de ver la policía con pasamontañas y los delincuentes a cara
descubierta en Euskadi (la cara es como el DNI de la libertad, la capucha es el
velo, el ocultamiento de la indignidad del criminal con “móviles” políticos o
independentistas), empresarios que salen de la cárcel por “profunda depresión”,
alumnos que le tocan el culo a la maestra... Un estudio sobre la violencia
juvenil en Catalunya revela que unos 12.000 escolares catalanes de secundaria
entre 12 y 18 años tienen miedo de ir al colegio y que hay 25.000 estudiantes
que suelen pegar a sus compañeros y 4.000 confiesan haber agredido a un
profesor y uno de cada 3 dice haber probado marihuana (estas cífras estadisticas las extraje hace veinte años de los periodicos locales).
Los “pensadores”
de nuestro país (Argentina) opinaban del tango que era un “reptil de lupanar”, según la
expresión impuesta por Leopoldo Lugones. Al cabo del tiempo, cuando se acepta
la música tanguera en los salones de París, lo convirtieron en emblema
ciudadano de Buenos Aires y de dos o tres ciudades más. En la actualidad, dicen
que es tan refinado el tango-música que terminará como música clásica o
concertina.
¡Los comunistas y
socialistas argentinos son los peores farsantes que he conocido! Todos con su
barbita y la pipa “cortaziana”, hipocritones de cuidado; uno muy renombrado
llegó a decir: “Cuando me miro en los
ojos del hambre, me da vergüenza ser civilizado”. El tiempo, que es el
mejor acomodador de realidades, les rasuró la barba y les señaló que el mejor
camino para sus hijos era estudiar en Estados Unidos. Y que no le hablen de
revolución a ninguno, sino de éxito personal.
Otro teleideólogo, barrigón y bon vivant de izquierdas, Pablo Neruda,
también “sufría” por su Chile y por su presidente Allende (pero bien allende
los mares), a 12.000 km. chupando y morfando a expensas de consulados y
embajadas toda su vida, cacareando en otro lado (en París) y no poniendo los
huevos donde correspondía (en su Chile natal) que es igual que tirar la "tinta" y
esconder la mano, lanzando además parrafadas laudatorias en honor del criminal
Stalin, que en esa época lideraba el “paraíso” soviético. ¿No lo sabían los
intelectuales de izquierda que era un asesino? Manuel Vázquez Montalbán, de
reconocida adhesión al marxismo, recién viene a reflexionar como “gran novedad”
que Israel se pasa por el culo las
resoluciones de la ONU con respecto a las reclamaciones palestinas; obvio es,
además, que en el maximo foro internacional, se fraguan leyes internacionales
propias de Estados Unidos.
André Gide, que fue el eje de todo el movimiento cultural
francés en la etapa de entreguerras y Premio Nobel de Literatura en 1947,
militó en el Partido Comunista del que se apartó luego de su viaje a la URSS.
Winston Churchil, también galardonado por la academia sueca, encarcelaba a
Gandhi y a Nehru, que luchaban por la independencia de la India. El
doctor Roberto Noble, fundador de El
Clarín, recorrió todos los andariveles de la política nacional, desde el
viejo Partido Socialista, pasando por el socialismo independiente, de cuyas
filas fue diputado, hasta terminar siendo ministro del doctor Manuel fresco en
la provincia de Buenos Aires (pasó del socialismo al seno de la oligarquía).
Por último, fue gran compinche del Frondi-Frigerismo. Américo Ghioldi, fundador
del Partido Socialista en Argentina, fue embajador en Portugal apenas iniciado
el proceso militar, y dijo que era partidario de los “objetivos del proceso”,
que es un “proceso” para el día de hoy (???).
Cuando el general Benjamín
Menéndez intentó el derrocamiento de Perón en 1951, Ghioldi iba a ser figura
destacada del esquema del gobierno que se formaría. A los jóvenes “iluminados”
de la izquierda, Perón, a la manera de un prestidigitador, los usó como
fusibles o soldaditos de plomo haciéndolos aparecer y desaparecer a su voluntad.
Desde su exilio en Madrid los alabó y les dijo que ellos serían los custodios
de la patria socialista peronista. Al pretender éstos formar “brigadas
revolucionarias”, los eliminó de su guiñol fanatizado sólo con una palabra:
“Imberbes”. Hasta se dio el lujo Perón de reflexionar públicamente: “Si he
vuelto a ser protagonista de la Historia una y otra vez, es porque me
contradije. ¿La patria socialista? Yo la he inventado... ¿La patria
conservadora? Yo la mantengo viva. Tengo que girar para todos lados, como el
gallo de la veleta”. Cómo explicarles lo genial y ladino que era
Perón. Al eslógan “¡Perón!, ¡Evita! ¡La
patria socialista!”, quitándole una coma les hacía mierda el socialismo: “Perón evita la patria socialista”. Los
intelectuales nunca han tenido un papel relevante en los gobiernos cuando les
ha tocado integrar uno de ellos.
En diferentes épocas, todos han
hablado con indescifrables códigos elitistas. Sus obras son “un canto a la
libertad” y pertenecen a la gauche divine.
Estos nenes de papá se han pasado la vida leyendo pues no han necesitado
laburar y no saben un carajo de
nada. En su formación confluyen algunas circunstancias que les son comunes:
- son
hijos de ricos
- se
educaron en colegios religiosos (de ahí su aversión a Dios)
-
“debutaron” con la sirvienta (por falta de calle)
- han
concurrido de jóvenes a cines de arte y ensayo a ver películas como: La dolce vita, Morir en Madrid, El perro
andaluz, El acorazado Potemkin...
- se repiten en expresiones como: “Bebe como
un cosaco”, “Fuma como un carretero”. ¡Si los que de verdad fuman son los
timberos!
-
inventaron la frase “La felicidad es el sueño de los idiotas”. La felicidad o
la infe depende según ellos del saber o no (si siendo sabio se es infeliz,
¿para qué leen?)
- normalmente tienen un gato en su condición de solitarios: qué poeta no ha
mencionado que muere en compañía de un felino
-
proceden de familias con aparentes contradicciones ideológicas: un hermano es
conservador y otro izquierdista; el padre terrateniente, la pequeña estudiará
periodismo, y el menor ingresará en el liceo militar (que siempre puede haber
ruido de sables). Casi todos han sido diplomáticos, en Chile no más, Jorge
Edward fué embajador ante la UNESCO, Gabriela Mistral cónsul vitalicia, Miguel
Ángel Asturias, Alejo Carpentier, etc, etc...
- son
envidiosos. Para Borges, García Lorca “Siempre me ha parecido meramente
pintoresco. Aplicó ciertos procedimientos de la literatura francesa a temas
andaluces”.
Yo sé de la vida y
tengo el hábito de tirar a seso frío y lengua caliente lo poco o mucho que
aprendí. Ellos se revisten con una pátina de humildad muy visible, por lo
cínica, como Josep Pla, que seguro creyendo que él sabía mucho de la vida dijo
“que de la vida no sabía nada”, rudimento calcado del socrático “Sólo sé que no
sé nada”. Le creo al empurdanés, a pesar de su falsa modestia, pues para
escribir con tan brillante prosa hace falta pasarse tres cuartas partes de la
vida enfrascado entre montones de libros, como casi todos sus colegas, que les
cortan paso, les ahogan y les obstruyen los senderos de la realidad; por eso
ignoran la cara perra del devenir de los años. Y fingen no saber cómo fue el
gol de Maradona a los ingleses en el campeonato del 86... “Desconocen” a
pequeños héroes de un pueblo, pues no vale la pena hacer pulseadas con débiles
dioses criollos, sino hacerlas con los metafísicos de la mitología: es
apabullante el colosal Poseidón, enorme y cabreado, esgrimiendo el tridente, que un
pobre mito gordo teñido de rubio y hecho una piltrafa por la cocaína ... Claro,
algo saben: el oficio para la venta literaria, la habilidad para la cátedra, el
púlpito, la conferencia o el simposio, y, lo más triste, encauzar la ruta
ideológica de generaciones de jóvenes, para luego abjurar de sus principios. Al
trazar la raya de la suma, sólo queda una resta de informaciones abstractas que
caen ante el dinero o la mala utilización. Lo único que parece ser verdad es
que el planeta será un desierto con
tres bananas para los más ricos, aunque convengamos, no creo haya un mundo
mejor que este, con todos los defectos. Y no obstante seguirá girando gracias a
la sangre fría demostrada por Dios cuando de las cosas del cosmos se trata. Es
en las cosas de la tierra cuando el Altísimo cae muy bajo a veces, y como no
sale ni se ve en las fotos porque es invisible la cosa le funciona, sino le
faltarian el respeto.
Sólo unos vagos pueden haber inventado tantas
corrientes de pensamiento, de cuya utilidad práctica para vivir mejor la vida
no se ha demostrado absolutamente nada, salvo comer el coco a generaciones de
ilusos, entretener a diletantes…
positivismo lógico, existencialismo, racionalismo,
humanismo ateo, materialismo dialéctico, estatolatrísmo, moralismo, teísmo,
anarquismo, hedonismo, conductismo, realismo, escepticismo, criticismo,
estructuralismo, neoescolasticismo, liberalismo, neoliberalismo, tecnocratismo,
postmodernismo, cultismo, pacifismo, maximalismo, simbologismo, ecologismo,
inconformismo, universalismo místico, cristianismo ateo, el sismo y yo mismo (versión vulgar del
yoismo).
Todos los ismos son
marionetas que saltan y bailan de acuerdo al dinero que sostiene a cada uno de
ellos. Una idea se abraza o se rechaza no sólo por sus valores y contenidos,
sino por los intereses que giran en torno de ella. Tres de ellos, comunismo,
fascismo y nazismo, tuvieron corolarios de sangre y demencia. El capitalismo
fue siempre la última etapa insalvable a la que todos tuvieron que recurrir.
Las patrias no son el resultado del derecho sino de la fuerza que luego crea el
derecho tras el hecho. Aunque los filósofos y sus ismos digan lo contrario, en
la realización del hombre, el mundo se movió, desarrolló o involucionó, más que
por las ideas, por el óvulo, la chispa, la rueda, las tetas y el orto.
Ante tanto arsenal filosófico, es de
preguntarse: ¿es posible que existan el bienestar social? Porque con tanta
teoría debe existir ¿no? ¿Y el amor, la paz, la justicia, etc., etc., etc….? O
alguna cosa de éstas, aunque sea por separado. Y ya agotados los modelos y
patrones políticos sólo quedan algo axiomático: al que hay que cambiar es al
hombre, considerando que la iniquidad tiene unos 4 millones de años.
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