jueves, 3 de marzo de 2016

BREVE REFLEXIÓN: LAS RAICES DE LA ARGENTINA ANTINEGRA

BREVE REFLEXIÓN: 
LAS RAICES DE LA ARGENTINA ANTINEGRA

(Mulata: viene de mula, animal con el que se identificaba a las negras)

Sin referirme ya a morochos criollos, se habrán fijado que en Argentina no hay "negros-negros" (osea afros) como en Uruguay o Brasil, por ejemplo. Y en mi barrio, Sant Andreu, acá en Barcelona, sin ir más lejos, está lleno de negros procedentes, entre otros lugares, de Guinea Ecuatorial, Mozambique, Nigeria o Senegal, y de latinos, bueno... ni hablemos, son como hormigas. Y aquí viene mi gran duda: ¿y nuestros negros? "En una tierra abierta a todos los hombres de buena voluntad que quieran habitarla” como establece la Constitución, ¡¿Dónde están si en 1810 eran comunes en las revistas y libros?! La abundancia de negros se veían por las calles. Laburaban de cerrajeros, aguateros, zapateros y las negras, de criadas, cebadoras de mate, cocineras, madres sustitutas, etc. en ancestrales familias criollas. A esas charoladas gorditas con cachetes que salían en los cuadernos de nuestra infancia con un pañuelo en la cabeza coronado por un canasto, ¿las pintaron de blanco ausencia?  Todo ese sustrato social de ébano tenía sus barrios tradicionales: Concepción, Santa Lucía y Montserrat (que era el barrio del tambor). No hay casi ni rastro de su folklore negro; sólo el candombe pervive… y en Uruguay. La cocina negra tampoco dejó huella; no existen en Argentina platos típicamente negros (salvo cuando se les quema el asado). Que conste que la mayoría de la venta callejera de mazamorra estaba a cargo de las negras y los pasteleros eran casi todos de Mozambique y Angola (los más numerosos). 

Hay algo de enigma, un profundo manto de misterio… No se investigó nunca profundamente qué pasó con ellos. ¿Los despreciamos? ¿Los marginamos? O… ¿desaparecieron en este país de llanuras y silencios? Unos dicen que la tuberculosis, la fiebre amarilla y los que fueron diezmados en las guerras de la Independencia, donde eran violentamente obligados a servir al ejército; libertad o la muerte era la opción. Y como dirían los relatores deportivos: "Y pelearon, ¡eh! y guapos, los negritos, ¡eh!". 

Viene de muy lejos el asunto... ya durante las invasiones inglesas se alistaron en el batallón de “Pardos y Morenos”. También se comenta que no se adaptaron al clima… ¿Qué clima? Si al argentino, cuando le conviene alardear, te habla de sus cuatro climas. Si en ese momento histórico hubiese existido reggae o rap (en vez de minués o mazurcas), boxeo o básquet y un estadio como el Luna Park con Lectoure incluido, tal vez tendríamos negros en la Argentina y además campeones del mundo, ¡QUE ESO NOS ENCANTA!, bueno, ¿a qué gobierno dictatorial o democrático no le gusta?. 

También hay quien piensa que a los negros no les dimos posibilidades, pues nuestro sueño, ya está comprobado, fue el de una sociedad blanca, civilizada y europea (pero europea en apariencia, no queremos “ser “, sino “tener” cosas de allí, más que nada ropa, perfumes y modas).

En el norte argentino, donde permanece el extracto social aborígen también somos igualmente despectivos... simplemente porqué son más oscuros. Y para terminar con mi reflexión, si vamos subiendo en el mapa, a nuestros vecinos, por ejemplo Peruanos y Bolivianos, les llamamos despectivamente "perucas" y "bolitas". No toleramos que se inserten en los "civilizados antros" de nuestros barrios. Y todo esto por una razón social: SON MÁS POBRES QUE NOSOTROS (Economicamente hablando, porque en riqueza interior suelen superarnos).




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