LOS PRESIDENTES ARGENTINOS ANIMALES
Reírse de los poderosos siempre ha fascinado al ciudadano anónimo. Ya sea con motes o apodos, sea como burla o para denigrarlo. Esta es un arma que tiene el ciudadano de a pie contra la mala administración de sus "representantes" en el ejercicio de la gestión presidencial.
Dijo un político vasco, Arzallus, que los políticos son como los monos: "cuando están subidos a las ramas, se les ve el trasero". Pero esta asociación de nuestros políticos
con apelativos de animales ya es una tradición insertada en la historia.
Pongamos algunos ejemplos; a muchos presidentes argentinos los degradaron en la
escala evolutiva:
(1º)
Bernardino Rivadavia, "El Sapo del diluvio"
(2º) Nicolás Avellaneda, “El
Chingolo”
(3º) Julio A. Roca, "El
Zorro"
(4º) Juárez Celman, "El
Burrito"
(5º) Hipólito Irigoyen, "El
Peludo"
(6º) Edelmiro Farrel, “El Mono”
(7º) Juan Perón, "El
Potro"
(8º) Arturo Illia, "La
Tortuga"
(9º) Juan Carlos Onganía, "La
Foca"
(10º) Néstor Kirchner "El pingüino"
Últimamente los españoles a través de las artes, sobre todo del cine y de la música, ven la imagen del argentino cómo un tipo seductor, algo fanfa, charlatan e indudablemente inteligente. El prototipo sería Ricardo Darín. Pero después de la lista de los presidentes "animales" ¿¿se puede creer en el argentino glamouroso con estos verdaderos antidotos contra la lujuria.?? NADIE INTENTARÁ CLONARLOS.
Es malo para un país que ciertos animales tengan la
facultad de hablar desde los estamentos de poder, sobre todo a los malvados o
ignorantes. Uno de ellos fue Luciano Benjamín Menendez. Sus amigos le decían
“el cachorro” o “el perro”, se relamía de placer escuchando los gritos de
tortura en el campo de concentración de “La Perla”.
¿Y
quién prevalece, el animal o el hombre? ¿Es el presidente quien saca el animal
que lleva dentro? ¿O es el animal quien enriquece al presidente? Ahora me
pregunto: a los animales que llevan nombre de persona (León, Marta, Burrito
Ortega...), ¿se les enaltece o se los enmierda? Si a la National Geographic le encargaran un análisis "zoociológico" nos
aclararíamos algo. Por suerte, aún no hemos llegado a la ancestral crueldad de
los españoles para con las bestias: arrojar desde un campanario a una cabra,
prender fuego a los cuernos de un toro, elegir una langosta viva en un
escaparate acuoso porque te quieres comer esa... Claro, una exageración pensarán ustedes... Peor son los veganos, que con esa dieta vegetal empezarán a cagar paisajes...
Y como los vegetales también son seres vivos que sufren cuando les cortan, les arrancan hasta el alma, las deshojan y dicen los entendidos que hasta gritan de dolor, ¿Y eso con qué se come?
Casi todos sabemos lo qué comemos, gallinas, pato, cerdo, ternera, merluza... lo tenemos clarísimo, pero los veganos ¿qué cultura gastronómica tienen? Claro, lo simple es decir: lechuga, tomate, cebolla, maiz, zanahoria, etc. etc. etc. ¡Lo de siempre! lo de nuestra infancia...
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