¿QUIÉN ES MÁS SENTIMENTAL, LAS PLANTAS O LAS PERSONAS?
Cuando era pequeño,
miraba las
florestas, bosques y parques
que formaban un
bellísimo y promiscuo conjunto
donde algunas
especies destacan,
y otras obligan a
buscarlas,
amontonadas por
designio natural, viviendo a la intemperie
(son hijas de ella
desde el primer brote) bajo la amenaza del rayo,
pero formando
ejemplares colonias de buena convivencia .
¡Y cómo entrelazan
sus ramas en leves contactos hasta la filigrana!
Se miran, se dan
sus bordes, se cobijan, se enredan;
otras serpentean
nervudas y vigorosas,
como dedos de
manos que se buscan en secreta complicidad
debajo de una mesa...
En lo alto, agitan
sus melenas al conjuro del viento los eucaliptos,
los chopos, los álamos, los cipreses, los
sauces…
Más allá, el
amorío sensual de la fruta de salutífera pulpa
que pende de un
madroño, un cerezo o un níspero,
que se brinda en
gajos oferentes como se brinda una boca,
en un arco de colores que vira del rojo
tentador al ambarino jugoso.
Pero seguro la
paleta de ningún pintor de la Tierra
podría reproducir
toda esa sugestión cromática.
No entendía,
claro, el misterio de sus peculiares vidas.
¿Qué le importa a
un niño si existe la fotosíntesis,
o que el verde es por la clorofila?…
Es posible que si tuvieran
posibilidad de romper raíces
como el hombre marcarían fronteras,
conquistarían territorios,
desertizarían la tierra por
“arboricidio”.
Dejémosles con su imposibilidad
traslativa.
Tal vez sean ejemplares porque no pueden
andar.
Ejemplo el de los pobres, que no
pueden andar mucho
por las tierras del mundo, en relación con
otros
para los cuales París, Amsterdam,
Londres, Nueva York, Berlín
o Roma son como barrios de su
actividad cotidiana.
Y si son despreciables, pendencieros,
inadaptados o criminales
se debe al peligroso terceto
alcohol - ineducación - aculturización.
Los ricos quieren aislamiento y la
no – relación
si no es con uno de su misma especie.
Los desheredados viven formando
colmenares humanos,
Los pobres adoran a sus viejos,
mueren en compañía de ellos,
de sus hijos y nietos...
Se parecen mucho a las plantas pues
son respetuosos de su especie,
del inicio hasta el final, en el
cuidado y la veneración a sus ancianos.
Configuran verdaderas reservas de
la especie humana,
garantía de su perdurabilidad,
porque sus hembras son multíparas madres
sin planificación familiar
especulativa.
Simplemente dan a luz, como los
árboles frutales;
no plantean nada a priori o se
plantean todo,
poniéndole el pecho a la miseria y
dándoselo a los hijos que amamantan, sin pensar que se van a frustrar en su
afán
de mejoramiento económico y social.
Y no necesitan, los pobres, que
venga un gobernante
a pedirles un tercer hijo a las
parejas - tipo de “catalanet mig”,
con lo ridículo del caso, que ya ni
uno quieren tener...
Es más importante el ingreso de dos
sueldos para la hipoteca del piso
y el plazo del coche, que dos
nenes...
Además, el asunto no da para
canguros, ni para vacaciones.
Por algo los catalanes ostentan el
índice de natalidad
más bajo de todo el mundo: ¡ni en polvos
gastan!.
Cuánta razón tienen, porque la
principal causal de muerte
sigue siendo nacer.
¿Y mi abuela?
¿Cómo hizo con trece y su marido en
el manicomio de Oliva?
Tan “chiquita” mi
abuela y tan gigante en el esfuerzo.
Mirando el Mundial
de Rusia 2018, al observar la cara de pajarito herido de Modric, no sé porqué
pero me acordé de ella... será porque fué el héroe del torneo con su carisma y ejemplo.
Fué testigo del fusilamiento de su abuelo
Mi abuela Vitorina con su "negrito"
Aaaaaah qué bien dicho lo dicho!!! Tu clara conciencia me emociona, por eso te he aprendido a querer y valorar aún con un océano de por medio. Gracias Negro querido...
ResponderEliminares que mis vivencias estan construidas,con pedacitosde cada uno de ustedes,soy un poco la sintesis de una familia pueblerina, por suerte,que hace que uno ame lo que perdio, alla lejos y hace tiempo....
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